En este post te voy a contar todo lo que sé sobre el mal de altura y, sobre todo, ¡cómo sobrevivir a él!
He de reconocer que hasta nuestro viaje por Sudamérica no fui consciente de que el mal de altura no era sólo cosa de grandes escaladores, y a nosotros nos llegó la hora de sufrirla y experimentarla en Chile, Bolivia, Perú y Ecuador!
No quise leer mucho sobre el tema porque (ahí va el primer consejo) el factor psicológico influye mucho (muchísimo). Pero ahora, una vez vivido y superado, te voy a contar qué sentirás y cómo solucionarlo.
En la cima del Cerro Toco (Chile) a 5.604m de altitud!
¿Qué es el mal de altura?
Nosotros lo llamamos coloquialmente mal de altura, pero realmente se le conoce médicamente como mal de montaña. Sucede cuando nos encontramos a una altitud superior a 2500 – 3000 metros, en donde hay una notable reducción de la presión atmosférica que produce una falta de oxígeno en nuestro organismo (hipoxia) y a la que nuestro propio cuerpo tarda en adaptarse.
Durante nuestro viaje empezamos a oír hablar de él bajo diferentes nombres: apunamiento, yeyo, sorojchi, soroche… Sea como sea, todos los turistas acabamos cayendo de una forma u otra bajo su influencia. No creas que los locales se libran; ellos también consumen hojas de coca (más adelante te cuento lo que es) como si de caramelos se tratase.
Síntomas del mal de altura
¿Cómo nos afecta el mal de altura? Nuestro cuerpo empieza a mandarnos señales de que algo no va bien rápidamente, pero los síntomas reales suelen aparecer durante las primeras 24 horas. Será en ese momento cuando empieces a notar los tres síntomas universales del mal de altura:
– Dolor de cabeza
– Dificultad para respirar
– Cansancio físico
Esto no significa que a todas las personas les afecte del mismo modo. Lo pudimos comprobar durante nuestra subida al Cerro Toco, en pleno Desierto de Atacama (Chile), a 5.600 metros de altitud. Íbamos acompañados de siete amigos más y te puedo asegurar que cada uno vivió el mal de altura de una forma. ¡Fue nuestra primera experiencia y donde pudimos sentirlo y testarlo!
En algunos casos se dan la falta de apetito, mareos, somnolencia o insomnio. Esto último nos ocurrió durante nuestra primera noche en Bolivia; en el tour de 3 días de Atacama a Uyuni, durante el cual dormimos a 4.800 metros de altitud. Siempre se dice que la primera noche es la peor, pero si la superas estás salvado (aunque puede que tardes en acostumbrarte unos días y te cueste dormir bien).
Verás cómo los síntomas duran varios días, pero ya te has familiarizado con ellos y van a menos porque tu cuerpo se va aclimatando. Eso sí, si estás cambiando de altura constantemente y subiendo más y más alto, el proceso se volverá a repetir. Nosotros estuvimos dos meses a gran altura y os puedo garantizar que vais notando alivio, aunque esa sensación extraña nunca se va.
Si además de todos los síntomas que te he nombrado, ves que te encuentras muy mal; estaríamos ante un caso de mal de altura agudo. Suele ocurrir cuando la falta de oxígeno es extrema, cuando aparecen taquicardias o cuando vomitas muy seguido. En ese caso hay que bajar de altitud inmediatamente y acudir a un médico, ya que es probable que tengan que suministrarte oxígeno.
En definitiva, y como ocurre con todo, los síntomas del mal de altura dependen mucho de cada persona. Lo importante es ser consciente de lo que te está ocurriendo y, en base a ello, comenzar a aplicar algunos remedios.
Remedios para el mal de altura
La aclimatación lleva su tiempo, pero podemos darle un empujoncito para que sea más rápida. Esto quiere decir que, aunque tu cuerpo logrará superar el mal de altura él solito (generalmente), si quieres puedes seguir estos remedios para no pasarlo tan mal.
Como verás algunos remedios para el mal de altura son más naturales que otros. ¡Yo siempre te aconsejaré que ayudes a tu cuerpo de la forma más natural posible!
– Sube poco a poco de altura y baja si es preciso
Esto es como bucear; tienes que encontrar la altitud en la que más a gusto te sientas dentro de lo malo. Si subes una gran altura en coche, notarás como al bajarte una sensación extraña te recorre el cuerpo. Trata de hacer paradas cada 500 metros y retroceder si es necesario.
– No hagas esfuerzos ni ejercicio físico
Cuando digo ejercicio físico no me refiero a correr o ir al gimnasio; notarás como actividades tan sencillas como agacharte o dar un salto te dejarán sin aliento. Así que ya sabes, despacito pero sin pausa!
– Bebe mucha agua
Y cuando digo mucha es mucha. La hidratación está directamente relacionada con el mal de altura. Esto quiere decir que cuanta más agua bebas (a intervalos cortos de tiempo), mejor te sentirás. ¡Es aconsejable beber hasta 3 litros de agua al día si estás en altura!
– Prueba la coca
Si hay opción de sufrir mal de altura, seguramente tengas cerca algún establecimiento en el que te vendan coca. Se puede tomar directamente metiéndote un par de hojitas a un lado de la boca para absorber sus propiedades. No voy a engañarte; el sabor muy agradable no es! La otra opción es hacerte un té de hojas de coca, algo más llevadero y con un sabor similar al té verde.
Fuente: Mejor con Salud
– Hazte con las Sorojchi Pills o similar
Estas pastillas se las recomiendan los propios locales a los turistas. Se deben tomar antes de subir a más de 3000 metros para prevenir el mal de altura. Eso sí, no abuses porque pueden llegar a enmascarar los síntomas graves y cuando te quieras dar cuenta ya sea tarde.
Fuente: Viajando Sin Papel Higiénico
– Tómate un analgésico
No soy nada fanático de los medicamentos pero, en caso de dolor de cabeza agudo, no está de mal tomarte un analgésico para poder soportarlo un poco mejor.
Consejos para el mal de altura
Durante nuestro viaje por Sudamérica tuvimos varios momentos malos y eso ha hecho que nos hayamos convertido en unos expertos en la materia. Aquí van los consejos ”no oficiales” para el mal de altura:
– Duchita de agua fría
El mejor remedio de toda la vida para el dolor de cabeza; contraste, bien de agua fría y a sufrir! ¡Te aseguro que sentirás muchísimo alivio!
– No te compares con los demás
El factor psicológico influye tanto que puede llegar a hacernos sentir peor de lo que estamos. Para bien o para mal, todos somos diferentes y el más fuerte puede caer antes, así que no te confíes. Apóyate en quien tengas cerca y hablad de como os sentís para estar informados en todo momento, pero no comparéis vuestros síntomas.
– Come lo justo y necesario
Es importante que estés bien alimentado, pero no comas hasta morir! si te llenas demasiado, llegarán las consecuencias. Como te dije, si vomitas tienes que bajar muy rápido de altitud porque la deshidratación es lo peor que te puede pasar.
– Movimientos lentos
Si como nosotros tienes pensado hacer subidas a montañas a gran altura, recuerda que cada paso te costará el triple que en condiciones normales. Respira muy hondo por la nariz y expira por la boca a cada paso que des. Esto te ayudará a marcar el ritmo sin tener que parar cada dos minutos. No te aceleres y no corras, ¡sólo te cansarás más!
– No bebas alcohol
Nosotros lo incumplimos en el Desierto de Atacama y bebimos unas cuantas cervezas. No notamos gran diferencia al día siguiente, pero por todos es bien sabido que el alcohol deshidrata así que, si puedes, evítalo.
En lo alto de Cerro Pintor (Chile) a 4.300m de altitud!
En definitiva, ten cuidado, no te confíes y… ¡escucha a tu cuerpo!