No tenía muy claro cómo titular este post, pero lo que sí tenía claro, y desde hace mucho, es que tenía que escribirlo. Aquí intentaré explicarte, de la mejor forma que sé, los trucos para dar el paso y lo increíble que puede ser cambiar el miedo por el disfrute pleno de viajar solo.
Desde pequeño me dio miedo dormir a oscuras y hasta casi los 12 años tuve problemas para conciliar el sueño sin ayuda de una lucecita o del consuelo de mis padres. A día de hoy, con 26 añitos, sigue quedando algo de todo aquello de una forma muy remota, pero el resto conseguí eliminarlo luchando y peleando por cambiar ciertos aspectos en mí que, lógicamente, no me convencían. Y entre paso y paso, superación traducida en satisfacción y felicidad.
Sé que esta foto no encaja mucho aquí, pero me recuerda el sentimiento que tengo ahora mismo estando a 10.000Km de casa y disfrutando de mi viaje solo. 🙂
Lo primero que tienes que tener claro es que superarse no es una cosa fácil, ni que se consiga en dos días. Yo hace ya cuatro años que empecé a viajar solo y todavía tengo muchos miedos, inseguridades y momentos “chungos” en los que me agobio y me quiero bajar del mundo. Pero todo eso merece la pena, y aquí abajo te explico por qué.
¿Qué nos impide viajar solos?
A menudo la principal razón de no hacer las cosas que sueñas (como en mi caso era viajar solo y conseguir estar feliz conmigo mismo sin depender de nadie) suele ser la excusa que todos nos ponemos de “ya lo haré”. Por suerte o por desgracia, eso en mí nunca fue así; siempre fui un obseso de auto superarme y querer más y más. No digo que eso sea del todo bueno, ya que hay muchas cosas que he vivido demasiado rápido y tampoco era del todo necesario, pero eso lo dejo para otro post!
Cascada de Skógafoss (Islandia)
Al final creo que todo se reduce a la dificultad que tenemos para salir de nuestra zona de confort; a cambiar estar en casa calentitos por salir a asumir riesgos y patear el mundo; a cambiar la comida de mamá por sobrevivir en un país que ni sabemos dónde está. Y como esos ejemplos, infinitos más que reflejan el miedo que tenemos a lo nuevo, a lo difícil y a lo desconocido.
También está la parte (la excusa, más bien) que mucha gente se impone como principal; el dinero. Mi opinión siempre será que el dinero nunca es un problema y que se puede viajar de muchísimas formas y con muy poco presupuesto. En los posts de “Dormir gratis en tus viajes” y “10 Consejos básicos para ahorrar viajando” puedes aprender nuevos trucos para gastar menos viajando que en tu rutina del día a día.
¿Cómo empezar a viajar solo?
Como ya he mencionado otras veces, yo no soy ningún catedrático de universidad ni un gurú de la vida, simplemente alguien al que le encanta motivar a la gente a cambiar sus vidas en el buen sentido y a descubrir infinidad de cosas nuevas. Y cuando lo consigo, pocas cosas consiguen hacerme más feliz. Por eso quería escribir este apartado en el que intentaré motivarte a dar un giro de 180° y animarte a que empieces a disfrutar de las sensaciones que te regala el viajar solo.
De alguna manera, creo que el proceso que seguí yo para empezar a viajar solo se basó en tres puntos clave:
1. Dejar de alimentar los miedos e inseguridades
Cada vez que me decía a mi mismo que debería “irme” y empezar a disfrutar de mi tiempo y mi vida sin necesitar a nadie más, la inseguridad y el miedo llamaban a la puerta: “Y si me pasa algo, y si me atracan, y si me aburro, y si me arrepiento, y si me, y si me…”
Al final, las excusas concluían en el típico “ya lo haré” que, la mayoría de las veces, nunca llega solo.
Skypool en Kuala Lumpur (Malasia)
Para combatir este punto, simplemente dale la vuelta a la tortilla (o hazme un poco de caso) y mira los aspectos positivos de dar el paso y viajar solo; conocer gente increíble, superarte, conocerte y un sinfín de etcéteras que te puedes conocer con profundidad en el post de 7 motivos por los que echarle huevos y viajar solo.
2. Plantearse objetivos a corto y largo plazo
Desde siempre mi meta fue irme solo por Asia y estar feliz y tranquilo conmigo mismo. Pero antes de cumplir lo que fue un día un sueño hubo un proceso en el que los kilómetros y los días iban creciendo exponencialmente.
Mi primer viaje solo nació de la necesidad de estar solo en uno de los momentos más difíciles de toda mi vida. En esos momentos la tristeza y la intranquilidad (al menos a mi) hacen que algunos miedos se dejen a un lado, así que lo aproveché para dedicarme unos días y viajé durante 3 días a Varsovia con el fin de desconectar, pensar y encontrarme un poco más conmigo mismo. Y funcionó. Los primeros miedos para viajar solo desaparecieron y dieron paso a nuevas metas que superar.
Mi primer viaje solo a Varsovia con 19 añetes.
Mi consejo es que te marques diferentes metas y vayas superándolas una a una, disfrutando y aprendiendo del proceso. Aunque si lo tienes claro y quieres lanzarte a por la meta grande… ¡Tampoco es una mala opción!
3. Pelear contra la comodidad de la zona de confort
Este diría que es el punto más complicado y en el que creo que se estanca la gran mayoría de gente. A menudo escucho eso de “yo de mayor quiero ser como tú” y siempre me viene a la cabeza la respuesta de “si no lo eres es porque no quieres”.
La zona de confort siempre ha sido nuestra mejor amiga, pero una de esas que en el fondo es una cabrona en potencia y nos engaña con sus argumentos manipuladores. Y es que es cierto que es más fácil estar en casa, es más fácil hacer lo que dicen y es más fácil no complicarse, pero a menudo nos olvidamos de la otra parte; la parte en la que nos estamos perdiendo momentos únicos y experiencias incomparables.
Todos pueden tirarse en el sofá a ver una serie, salir de fiesta un sábado noche o subir fotos a Instagram. Pero… pocos descubren la cultura de países milenarios, disfrutan de playas paradisiacas y conocen gente que jamás pensaban que conocerían. Así que tú decides… ¿En qué grupo quieres estar? 😉
¿Qué se consigue viajando solo?
En esta parte te diré que todo lo que puedas llegar a sentir, experimentar y disfrutar depende 100% de ti y es muy difícil de explicar.
En mi caso puedo decirte que viajando solo he conseguido alcanzar los mayores picos de felicidad de toda mi vida, he llegado a verme plenamente realizado y he conseguido sentirme realmente feliz.
Un lunes cualquiera en Koh Tao (Tailandia)
Evidentemente y como todo hay momentos mejores y peores, pero te aseguro que en el peor de los casos y aunque todo fuese mal, merecería igualmente la pena sólo por aprender y superarse.
En resumidas cuentas, los aspectos que más valoro y que considero más increíbles a la hora de viajar solo son estos cinco:
1. Conocer a gente nueva de todo el mundo
Seguramente mi aspecto favorito y del que más disfruto. Conocer gente parecida a ti, gente completamente diferente, gente religiosa, gente de la que aprender, gente a la que enseñar… gente que te hará, de una forma u de otra, ser mejor persona y tener un criterio infinitamente más amplio del mundo. Si quieres saber lo fácil que es conocer gente puedes echar un ojo al post de “Cómo conocer a más gente viajando solo que acompañado”.
Descubriendo Brunei de la forma más local
2. Descubrir nuevas formas de ver la vida
No todo lo que nos han impuesto en nuestra “sociedad moderna” es positivo y utópico. Existen mil formas de ver y entender la vida y sólo viajando podrás verlas, comprarlas y, si te interesan, probarlas. He conocido gente que viaja sola durante toda su vida y que con 50 años se mantiene joven y es feliz sin una familia, he conocido familias que viajan con peques por lugares remotos compartiendo cena con nativos y he conocido personas que pasan completamente de los patrones sociales y son completamente felices. Y te aseguro que absorber esa energía es algo que no se puede comprar de ninguna manera.
Pero lo que más he visto y de lo que más intento absorber es, sin duda, de la felicidad que rebosa la gente que menos tiene. Nos sacan muchísima ventaja y la mayoría aún mantiene la «cordura» de saber qué es lo realmente necesario.
Absorbiendo felicidad en la isla de Bantayan (Filipinas)
3. Conocer lugares increíbles
Nunca me cansaré de disfrutar de los millones de rincones que tiene nuestro planeta; montañas inhóspitas, naturaleza viva e increíble, playas de ensueño que te regalan paz, océanos llenos de criaturas prehistóricas, civilizaciones con miles de años de historia, atardeceres mágicos en islas remotas… y muchísimos más lugares que he tenido la suerte de disfrutar y otros muchísimos que me quedan por descubrir.
En alguna cala perdida de El Nido (Filipinas)
4. Aprender a respetar y valorar
Este es otro aspecto que considero importante y que nuestra sociedad occidental tiene bastante poco presente; el respeto hacia los demás. Sea cual sea su raza, religión o condición sexual y estés más o menos de acuerdo. Considero que, si no eres capaz de respetar, tienes mucho camino por delante y viajar solo es un buen antídoto contra los prejuicios y miedos que, a veces, provocan que no seamos capaces de asumir la forma de ser de alguien.
Recorriendo Kota Kinabalu (Borneo – Malasia)
5. Superarte a ti mismo
El último y más importante punto. Aquí depende mucho de cómo seas y de qué metas, objetivos y sueños tengas en tu vida. Si eres alguien como yo y buscas aprovechar tu vida a tope, eliminar tus miedos, ser mejor persona y saber ser feliz plenamente sin depender de nadie más, viajar solo te hará la cama para conseguir todo eso y más.
* Si quieres saber cómo conocer a más gente viajando solo que acompañado te lo cuento en este post.
¿Te he convencido ya para que te lances a por tu viaje?
Empieza a preparar la mochila y echa un vistazo a todos los países que he visitado y en los que te recomiendo distintos itinerarios y rutas junto con infinidad de trucos!
Kristel
Conozco a Kike desde hace muchos años y he tenido el placer de conocer parte de su lucha para conseguir esto! Ahora me sirve de inspiración y consejero ☺️ mil gracias por este post y tus experiencias
Soy Pol, not Paul
Buen post! Es la mejor experiencia que puedas tener! Actualmente estoy viajando por la costa este australiana y es increible! Te conoces ati mismo y estas mas abierto a hacer amigos!