La primera pregunta que nos hicimos antes de pasar casi 4 horas de ida (y otras tantas de vuelta) en un minibús bastante infernal fue si realmente merecía la pena el trayecto para ver el Monasterio de Rila desde Sofía por libre. Y nuestra opinión es que sin duda lo merece!
Cómo llegar al Monasterio de Rila desde Sofía por libre
Nos levantamos prontito para aprovechar bien el día, ya que el trayecto quita bastantes horas y, al ser invierno, atardecía pronto. Para llegar a Rila hay que coger un minibús que sale a las 10:20h desde la estación de Ovcha Kupel (West), al sur de Sofía. El ticket se paga directamente en el autobús y cuesta 11LEV (unos 5,5€). Te recomiendo que cojas ida y vuelta para asegurarte el asiento al volver.
Media horita antes de llegar hace una parada en el pueblo de Rila, que no tiene mucho que ver, pero se agradece para estirar un poco las piernas.
Una vez en el Monasterio de Rila y según como te lo montes, con dos horitas (es lo que más o menos tuvimos nosotros) tendrás tiempo suficiente para visitarlo al completo y deleitarte con sus pinturas infinitas llenas de color y su capilla repleta de piezas de madera y oro.
Hay que mencionar que el Monasterio de Rila es símbolo de la identidad cultural eslava de Bulgaria después de siglos de ocupación de otomanos y rusos, por lo que no está de más leer sobre la curiosa historia que tiene y la cantidad de gente que refugió en sus años de esplendor.
Si eres rápido, también tendrás tiempo de tomarte un par de pintas súper baratas con vistas a la montaña y acompañado por los gatetes que tiene el restaurante al que fuimos; nombre restaurante.
¡Para la vuelta mucho ojo con no perder el bus que sale a las 15:00h, porque te tocaría quedarte a dormir en el Monasterio! 😉
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