Matsumoto no estaba en nuestro itinerario. Ni siquiera sabíamos qué era, dónde estaba ni qué se podía ver en esta ciudad de la prefectura de Nagano.
Como quizá ya sepas, Japón fue un país que recorrimos haciendo autostop, y el día que llegamos a Matsumoto pretendíamos llegar desde Kamakura hasta Takayama. Por culpa de los atascos y el mal tiempo, no se nos dio como esperábamos y tuvimos que pasar la noche en esa gran desconocida y que sólo era un “punto de paso” en el mapa.
Casualidades de la vida, ese lugar en donde nos habíamos quedado “tirados” resultó tener uno de los castillos más bonitos de todo Japón y ser el lugar de nacimiento de una de las artista de arte contemporáneo que más sigo de los últimos años: la increíble Yayoi Kusama. ¡Menuda casualidad más cojonuda!
Viendo ese panorama, decidimos dedicar la mañana del día siguiente a recorrer la ciudad, por lo que aquí te dejo las mejores cosas que ver en Matsumoto (o al menos las imprescindibles) en apenas 4 horas.
¿Dónde dormir en Matsumoto?
Matsumoto es una ciudad de tamaño intermedio, pero no es tan turística como las sus vecinas Kioto, Osaka, Takayama, etc, por lo que es recomendable que estés pendiente de los alojamientos que hay disponibles.
Siempre suelo reservar el alojamiento en los lugares que visito a última hora, pero en Japón y especialmente en Matsumoto, Takayama y Kioto te recomiendo mirarlo con un poco de antelación, ya que muchos se agotan con facilidad y a última hora no hay muchas opciones (¡y menos a un precio razonable!).
Nosotros nos alojamos en el Minka House y estuvimos muy a gusto (además su dueña era de Perú, cosa que me hizo mucha ilusión por haber estado unos meses antes recorriendo el país), aunque por el precio que tiene (48€) y lo que ofrece nos pareció realmente caro. Igualmente y como siempre, te recomiendo que compares precios en Booking.com o en AirBnb y que decidas en base a tu presupuesto y lo que busques en tu viaje.
¿Qué ver y hacer en Matsumoto?
Al tener apenas 4 horas para recorrer Matsumoto, decidimos centrarnos en los lugares que más nos interesaban antes de volver a la carretera para seguir haciendo autostop rumbo hacia Takayama.
– Castillo de Matsumoto
Este precioso y elegante castillo negro fue construido en la era Sengoku y está considerado parte del Tesoro Nacional de Japón, siendo uno de los cuatro castillos que aún mantienen su construcción original en todo el país.
A diferencia de castillos como el de Nagoya (con una edificación totalmente fake) o el Castillo de Osaka (reconstruido tanto que no mantiene nada del encanto original), el Castillo de Matsumoto mantiene su esqueleto original dándole una autenticidad única!
Tiene seis plantas y su altura alcanza los 30 metros en su punto más alto, aunque a eso hay que sumar los 7 metros de muro de piedra sobre el que está apoyado, ¡por lo que es realmente grande!
Datos de interés aparte, para nosotros lo mejor del castillo de Matsumoto fue, sin lugar a dudas, el “toparnos con él”. ¡Esa magia de no esperarte algo y darte con ello en la frente es de las mejores sensaciones que tengo mientras viajo!
La entrada al recinto es gratis y si quieres entrar dentro del castillo y subir hasta arriba la entrada cuesta 500¥.
– Museo de Arte de Matsumoto
Esta sí que fue la gran sorpresa de Matsumoto; la gran casualidad y la mejor de todas… ¡Un museo de arte de Yayoi Kusama! Una de mis artistas contemporáneos favoritos y que, casualidades de la vida otra vez, nació en esta ciudad hace 90 años.
Ya desde fuera el museo es realmente bonito, con una gigantesca escultura de Yayoi Kusama en la puerta y una fachada totalmente ligada a la artista.
En su interior hay una exposición permanente (a la que te recomiendo encarecidamente ir) de la propia Yayoi Kusama y que, al igual que las que visité previamente en otros países, es una auténtica maravilla…
Dentro de la exposición no se pueden hacer fotografías, pero te aseguro que, te guste más o menos el arte contemporáneo, te dejará sin palabras y saldrás encantado e inspirado. Y es que el arte de Yayoi Kusama es tan diverso como variado en sus técnicas; desde sus pinturas en blanco y negro con patrones repetidos (y que hacen referencia a temas de diversa índole como el sexo, la psicodelia o la depresión) hasta sus coloridas esculturas o sus originales performances que te dejarán con la boca abierta.
Salas infinitas llenas de espejos, esculturas imposibles de razonar y juegos de luces y oscuridad es lo que te espera en esta exposición que podrás ver en más o menos una hora.
Si quieres saber más sobre la artista puedes hacerlo en Wikipedia, tienen un artículo bastante completo y bueno sobre la artista. ¡Te lo dejo aquí por si te interesa!
– Santuario Tenjin Fukashi
Este pequeño santuario le descubrimos ojeando Google Maps antes de salir del hostal. Estaba sólo a 3 minutos caminando, por lo que decidimos acercarnos.
Como siempre digo, a veces las cosas que no tienes planeadas te sorprenden, pero si además están vacías y puedes disfrutarlas para ti solo, ¡mucho más! Y eso pasó con el santuario de Tenjin Fukashi; al visitarlo a primera hora de la mañana no había nadie y pudimos verlo a nuestra bola disfrutando de su tranquilidad.
Es bastante pequeño por lo que en 10-15 minutos lo tendrás más que visto, ¡pero merece mucho la pena visitarlo!
¡Espero que te animes a visitar Matsumoto y lo disfrutes tanto como nosotros! Estoy seguro de que si tienes un día entero para dedicarle a la ciudad tendrás bastantes más cosas que hacer, pero como te decía nuestro paso por aquí fue bastante rápido!
Paseando por las calles de Matsumoto…
Después de ver Matsumoto volvimos a la carretera para continuar nuestra ruta por Japón haciendo autostop y llegar hasta Takayama, en donde visitaríamos los lugares más icónicos, incluida la aldea histórica de Shirakawago.
¿Estás preparando tu viaje a Japón? Empieza leyendo la Guía Completa sobre Japón que he preparado para ti y en donde cuento las principales cosas que debes saber antes de ir!