Visitar el Parque Nacional de Manuel Antonio por libre fue un menú bastante diverso; tuvimos momentos de pura felicidad y disfrute y momentos de cabreo extremo, ¡pero el balance fue positivo!
Aquí pudimos (por fin) conocer en primera persona al oso perezoso y quitar las ganas que teníamos de verle en su hábitat natural, ya que apenas pudimos ver uno de “cerca” los días antes visitando el Parque Nacional de Corcovado.
Dónde dormir en Manuel Antonio
Si vas a visitar el parque nacional, lo mejor es que elijas una zona lo más cercana posible a la entrada en vez de alojarte en el pueblo de Quepos.
Nosotros elegimos un Airbnb estupendo a 5 minutos conduciendo de la entrada, con lavadora y secadora (nos hacía mucha falta!), una piscina estupenda para relajarnos un rato y un anfitrión de 10!
Te dejo por aquí el enlace por si vas a visitar la zona pronto y quieres alojarte ahí.
TIPs para visitar el Parque de Manuel Antonio por libre
– Si vas en coche, aparca junto a la puerta del parque. No te fíes de NADIE que te indique dónde aparcar, conduce hasta que veas la entrada oficial y elige el parking que más te convenga.
– Abre bien el ojo cuando busques vida salvaje. No por ir más temprano o ir sólo vas a ver más. De hecho, nosotros entramos a primera hora y hasta el medio día no vimos muchos animales. Casi todos los encontramos después de que alguien los localizase, ¡sobre todo los perezosos!
– No pierdas de vista a los guías y grupos. Como te decía, son los principales indicadores de dónde podemos encontrar animales.
– NO alimentes a los monos e intenta que no te roben. Fue una de las cosas que menos nos gustaron del parque; la cantidad de monos capuchinos en la zona de la cafetería robando comida a los turistas más despistados.
Las Playas de Manuel Antonio: muuuy buenas!
Un error habitual es pensar que el Parque de Manuel Antonio sólo tiene senderos para buscar animales. ¡No caigas en ese error! Las playas que hay dentro del parque son realmente bonitas (de las mejores que encontramos en Costa Rica) y merece mucho la pena tirarse un buen rato al sol.
Nosotros tuvimos la suerte de ver un perezoso en lo alto de un árbol justo en la playa, ¡y ahí plantamos la toalla esperando a ver si se movía!
¿Merece la pena visitar Manuel Antonio por libre?
Aunque nos pareció un parque realmente turístico y lleno de locales intentando timar con el tema del parking, sí que creo que merece la pena dedicar un día a visitar Manuel Antonio.
Con un poco de paciencia terminarás viendo algún que otro oso perezoso y otro montón de animales, ¡sólo tienes que caminar, dedicarle tiempo y echarle muchas ganas!
Eso sí, asegúrate de no fomentar a que el parque siga la trayectoria de turistada siguiendo los tips que te dejé más arriba, porque sería una pena que un lugar tan genial terminase siendo un parque de atracciones para yankees.