¡Bienvenido a otro artículo de nuestras aventuras por Marruecos! En este post te cuento las mejores cosas que ver en Essaouira en un día haciendo una excursión desde Marrakech.
Nos levantamos a las 7 de la mañana y yo estaba jodidamente entusiasmado porque el principal motivo de querer ir a pasar un día en Essaouira era ver por fin a las cabras trepadoras del argán; un espectáculo en el que las cabras se suben a las finas ramas de los árboles de argán para comer sus bellotas.
Teníamos 6 horas de minivan que Bashir, el amigo que hicimos a través de Couchsurfing, nos había conseguido a un precio insuperable: poco más de 7€ por persona para ir y volver.
Cuando estábamos llegando vimos un autobús parado lleno de turistas fotografiando dos cabras subidas en un árbol (¡las cabras del argán por fin!) pero con tantos turistas, decidimos seguir buscando otro árbol con más cabras y menos guiris. Árbol que, con mi suerte y por cosas de la vida, nunca encontramos. ¡Qué putada y qué rabia al recordarlo!
Las cabras trepadoras del argán que nunca ví. 🙁
Después del bajón de no ver los árboles llenos de cabras hasta arriba (dejo una foto aquí encima) decidimos cambiar la cara y disfrutar del encanto de Essaouira, una ciudad costera llena de pescadores y rodeada de murallas enormes que lo protegen del mar.
Disfrutando del sonido del mar y protegiéndome de los regalos de las gaviotas
Artesano dibujando paisajes de Essaouira con una lupa sobre madera
La peor enemiga del hombre hecha pájaro
La ciudad en sí no es muy grande, por lo que en poco más de una hora habíamos visto la Medina y casi todo el puerto, así que nos sentamos a comer lo que, básicamente, acababan de pescar media hora antes; gambas, sardinas, calamares y todo tipo de pescado (no sabrás bien qué es lo que te están poniendo, pero juégatela, ¡merece la pena!).
Qué ver en Essaouira en un día
Dos kilos de pescado y marisco después, dimos otro paseo por el castillo y la muralla de la ciudad y nos sentamos a ver el maravilloso atardecer que nos dejaba el día.
Dio la casualidad de que ese día jugaba la final del mundial (o el torneo que fuese, el fútbol y yo tenemos en común lo que el tocino y la velocidad), así que nos quedamos a verlo en un bar de la zona. No estuve muy pendiente de nada hasta que ganaron; la gente se volvió loca de euforia y las seis horas de vuelta en minivan a Marrakech que tuvimos transcurrieron atravesando pueblos en los que la gente ondeaba banderas de Marruecos junto a sonrisas dignas de una afición contenta. Y así terminó la aventura de un día en Essaouira.
Ver todos los posts de Marruecos