El pueblecito de Coroico no estaba en nuestros planes hasta que nos lo recomendaron; a partir de ahí empezamos a investigar y decidimos pasar unos días de desconexión después de la semana intensa recorriendo ciudades de Bolivia.
Llegamos agotados después de sobrevivir a la Carretera de la Muerte tras unos días explorando la gigantesca ciudad de La Paz, y no pudimos elegir mejor momento; ¡Coroico es el lugar perfecto para tomar aire y descansar de absolutamente todo!
Si te gusta la naturaleza y los animales, los paisajes alucinantes y te apetece bajar un poco de altitud (Bolivia está altísimo y con la altitud constante puedes sufrir mal de altura), ni te lo pienses; ¡Coroico es tu lugar!
En este post te cuento qué hacer en este pequeño pueblo pero, sobre todo, dónde y cómo desconectar unos días.
¿Cómo llegar a Coroico?
Probablemente (o 99,9% seguro) llegues a Coroico desde La Paz o haciendo, al igual que nosotros, el descenso en bici de la Carretera de la Muerte. Aquí te explico cómo llegar en ambos casos, a no ser que tengas un helicóptero privado y llegues a lo George Clooney aterrizando en plena cima, en ese caso no tengo ni idea de qué decirte!
Si tu intención es llegar desde La Paz, tendrás que coger un autobús de los normales hasta Yolosa (o Yolosita) y al llegar esperar que salga uno de los mini-colectivos (furgonetas) que suben a Coroico. El precio hasta Yolosa lo desconozco porque fuimos directamente al terminar el descenso, pero el mini-colectivo cuesta 5Bs (0,65€); ¡no pagues más!
En uno de los trayectos en el mini-van de la muerte!
Si vas a hacer el descenso de la Carretera de la Muerte, te dejarán después del tour también en Yolosa y tendrás que coger también ese mini-colectivo, que tarda unos 20/25 minutos hasta Coroico.
¿Dónde dormir en Coroico?
Este apartado suele ser uno más en casi todos los posts, pero en Coroico el lugar que elijas para dormir será muy condicionante de los días que pases por aquí. Nosotros encontramos lo que buscábamos; un lugar tranquilo, con vistas, piscina y muuucha paz. Y ese sitio, hecho al parecer 100% a medida para lo que queríamos, se llama Sol y Luna Ecolodge y te dejará alucinado con todo lo que ofrece.
Fundado por Sigrid Fronius, una alemana asentada en Coroico desde hace un montón de tiempo (hasta tiene un libro), este “trozo de montaña” (porque es más una colina que un hotel) tiene 6 cabañas independientes y con su propio terreno, habitaciones privadas y compartidas y hasta zona de camping.
En cuanto a los servicios que ofrece; restaurante, TRES piscinas (no una ni dos), tinaja de agua caliente (bajo reserva), clases de yoga, masajes, observación de flora y fauna… ¡un sinfín de cosas para apagar la cabeza, vaya!
Nosotros nos alojamos en la cabaña Néctar durante las 3 noches que pasamos en Coroico y, sinceramente, nos encantó; vistas alucinantes, todo súper cuidado, cocina para hacernos cenas ricas y una paz e intimidad como la que llevábamos mucho tiempo sin tener en nuestra ruta de 4 meses por Sudamérica!
Si vas a visitar Coroico te recomiendo sin duda que te alojes ahí, los precios no son nada caros para lo que ofrecen y descansarás increíblemente bien! Puedes ver la disponibilidad de sus cabañas en su web o en booking.com!
¿Qué ver y hacer en Coroico?
– Desconectar de todo y de todos
El tópico que busca mucha de la gente que llega hasta Coroico; apagar el teléfono, olvidarse de la rutina, del trabajo y del estrés. Yo como funciono un poco de otra manera; desconecto a la mía y me pongo a escribir y a actualizar el blog y las redes.
Como dato te diré que, al menos la compañía Tigo, tiene 3G en toda la zona del pueblo, incluidos los hoteles apartados como el nuestro.
– Visitar el parque “Senda Verde”
Un pequeño pero gran parque de recuperación de animales que tiene muchísimo que contar. Fundado hace más de 15 años en un terreno donde había un antiguo hotel, hoy se encargan del cuidado y la recuperación de más de 800 animales de 65 especies víctimas del tráfico y del abuso humano.
Subsiste a base de donaciones, programas de voluntariado y de las visitas de turistas al parque, por lo que no nos molestó en absoluto gastarnos los 100Bs (13€) que cuesta la entrada para la visita guiada y que dura más o menos una hora (Si quieres visitar también la zona de los osos andinos, que merece la pena, tiene un coste adicional de 20Bs, 2,5€).
Si te interesa hacer un programada de voluntariado y estar rodeado de un montón de animales preciosos y súper cariñosos, puedes ver todas las opciones en su página web; www.sendaverde.org. Nosotros no pudimos porque teníamos el itinerario montado para Perú, ¡pero nos lo planteamos muy seriamente al ver tanto amor en el ambiente!
En este parque los que estamos «enjaulados» somos nosotros!
– Descender la Carretera de la Muerte
Si, lo he mencionado anteriormente como ocho veces, pero no deja de ser una de las cosas que hacer en Coroico! En el post completo de la Carretera de la Muerte te cuento tooodo al detalle. ¡Anímate a liberar adrenalina!
– Hacer la ruta de las 3 cascadas
Un paseo de unas dos horas a través del Cerro Uchumachi que te llevará directo a las famosas “tres cascadas”. Las dos primeras son bastante turísticas y las han convertido en “piscina”, por lo que te recomiendo ir a la tercera; se la conoce como «Jalancha» y para bañarte en ella te pedirán (0,40€). También se puede llegar en autobús.
– Llegar hasta las pozas del Vagante
Unas pequeñas pozas ubicadas entre quebradas de piedras y una exuberante vegetación. Están situadas a 10Km de Coroico y es mejor ir en temporada seca (en época de lluvias el caudal del agua puede arrastrarte, y no queremos eso!)
Foto: www.guiadebolivia.com
– Conocer la población de Tocaña
Una comunidad bastante curiosa, ya que su población es de ascendencia afro-boliviana (procedente de los antiguos esclavos africanos traídos para trabajar en las minas de Potosí y liberados en 1952, año en el que se dio una revolución local). ¡Muy interesante y colorido!
– Practicar un poquito de nudismo
¿Qué mejor lugar que airear el cuerpo y conectar con la naturaleza que la selva? Pues eso. Saca la vergüenza a pasear y libérate de taaanta ropa! Una simple acción cotidiana como fregar los platos se puede convertir en otra cosa mucho más liberadora! 😉
– Jugar a juegos de mesa
¿Qué coño me estás contando de jugar a juegos de mesa? Pues sí, algo así puede ser tu pregunta. Pero la respuesta es bastante sencilla; si te cuesta (como a mi) desconectar de todo, ganar a tu novi@ al monopoly o jugar un scrabble o unas cartas rodeado de naturaleza y paz puede ser una idea genial!
– Disfrutar de las increíbles vistas
Al estar situado en una colina, Coroico tiene unas vistas increíbles te pongas donde te pongas! Tanto con lluvia y niebla como con sol, lo que la naturaleza te muestra merece la pena. Si te alojas, como nosotros, en el Sol y Luna Ecolodge, ¡las tendrás también desde la cama!
– Pasear por el pueblo
Coroico es pequeño pero tiene bastante encanto y, además de las vistas de infarto en cada esquina, su plaza principal está rodeada de pequeñas tiendas y gente local haciendo vida. ¡Déjate encantar por todo eso y disfruta del poco turismo de la zona!
– Comer en el comedor municipal
Un lugar bastante amplio donde diferentes familias ofrecen menús del día a 10Bs (1,30€) con sopa del día, segundo plato y refresco (zumo natual generalmente). Nosotros comimos milanesa y silpancho y estaba delicioso; ¡Baratísimo como todos los almuerzos de Bolivia y la comida riquísima!
Después de tres días descansando y disfrutando de este fantástico lugar, volvimos a La Paz para coger un autobús hasta nuestro siguiente destino antes de cruzar a Perú; el pueblo de Copacabana (el Lago Titicaca de la parte boliviana)!