Hablar del Cañón del Colca es hablar de uno de los cañones más profundos del mundo. Y es que sus 4.160 metros de profundidad no solo te provocarán vértigo; también te harán sentir la cosa más pequeña del planeta!
Recorrimos el Valle del Colca junto a su cañón y varios lugares preciosos en un tour de dos días y una noche desde Arequipa y, por el precio que tiene y todo lo que se ve, merece sin duda la pena! (aunque los trayectos en bus se hagan, a veces, muuuy largos)
En este post te cuento todo lo que necesitas saber para visitar el Cañón del Colca; desde cómo contratar el tour hasta todo lo que verás durante los dos días que dura.
¡Bienvenido al abismo del increíble Cañón del Colca!
¿Dónde contratar el tour al Cañón del Colca?
Si visitas Arequipa, encontrarás que está lleno de agencias que venden los tours hacia el Cañón del Colca; excursiones de un día, dos días y una noche o tres días y dos noches. Dependiendo del tiempo y ganas que tengas, te recomiendo que hagas el de dos días y una noche; escogiendo la opción de transporte (si no te apetece mucho andar y quieres ver más cosas) o la opción de trekking si te apetece visitar el Cañón del Colca de forma “más aventurera”.
Nosotros lo contratamos con la agencia Hannah Travel y todo fue según lo previsto y, además de visitar algunos lugares que con otras agencias no se visitan, tuvimos mucha libertad para elegir tanto el alojamiento como los restaurantes que quisimos (a pesar de que ellos, lógicamente, intenten llevarte al restaurante turístico de turno que les convenga, al igual que todas las agencias).
Los precios van entre los 190 soles (50€) incluyendo todo el transporte, guía y alojamiento + desayuno. Tienes toda la info detallada y precios en su página web; www.toursarequipacolca.com
¿Dónde dormir y comer en Chivay?
Si haces el tour al Cañón del Colca, casi seguro pasarás la noche en Chivay, un pequeño pero precioso pueblo situado a 3600 metros de altitud. Al poder elegir dónde dormir y dónde comer, pudimos buscarnos las mejores opciones en base a lo que queríamos; descansar en un lugar tranquilo y cómodo y comer los típicos menús baratos que se encuentran en todas las esquinas de Perú.
Para dormir escogimos el Hotel Terra Mística (después de nuestra buena experiencia en Arequipa) y acertamos de pleno; acababan de abrir el hotel de la cadena en el pueblo y, literalmente, estrenamos las toallas! Además Jonathan, el encargado del hotel, fue un sol y nos ayudó con todo lo que necesitamos en Chivay.
En cuanto a los restaurantes, te diré que acertamos tantísimo con el primero al que fuimos (uno de apariencia local que ponía “menú 6 soles”), que repetimos las tres comidas que hicimos en total en Chivay. Por si quieres ir y deleitarte con sus platos riquísimos (y pagando solo 1,60€ por el menú de dos platos, bebida y postre), está situado en la primera planta del edificio en el que está el restaurante Maray (ojo, no es el Maray, es el que está en la primera planta!)
¿Qué se ve durante el tour?
Primer día
El tour comienza con la recogida en el hotel pronto por la mañana (en torno a las 7:15) y poniendo rumbo hacia el pueblo de Chivay, donde se pasa la primera noche como te comentaba antes.
Durante el trayecto (de unas 3 horas y media) se para en diferentes lugares:
– Un restaurante-mirador para tomar algo (muy turístico y caro, pero con unas vistas muy bonitas)
– Reserva Nacional de Salinas: un pequeño lago (nada del otro mundo) en el que ver alpacas y vicuñas en libertad. Si tienes suerte y enamoras a alguna alpaca, podrás hacerte un selfie como los que me hice yo! (no vale hacérselo con las alpacas que están atadas por las que señoras cobran; eso es trampa y muy poco ético!)
– Mirador de los volcanes: un mirador a 4.800m de altitud desde donde contemplar varios de los gigantescos volcanes de la zona.
Tras esas paradas, se desciende por una carretera (que acojona bastante, por cierto) hasta el pueblo de Chivay.
Una vez en el pueblo, hay un rato para comer y después (opcionalmente) podrás ir a relajarte a las Termas de La Calera. Nosotros sin pensarlo fuimos y, aunque son bastante turísticas, ese día no había casi gente y las vistas y el entorno hacen que sin duda merezcan la pena! La entrada cuesta 15 soles (4€) y hay 3 piscinas disponibles a distintas temperaturas para bañarse.
Plaza principal de Chivay
Tras las termas, de nuevo pudimos elegir entre cenar en el restaurante turístico en el que hacían danzas tradicionales o, como hicimos nosotros, buscar un buen restaurante local, cenar comida súper rica y barata e irnos a descansar prontito.
Segundo día
El segundo día el despertador sonó a las 5 de la mañana; nos recogían a las 6 y queríamos hacer la mochila y desayunar con calma. No nos costó demasiado, ya que el día anterior habíamos caído redondos antes de las 10 de la noche…
Se sale temprano para llegar al Cañón del Colca antes de que el sol pegue fuerte; ya que es la hora a la que los cóndores vuelan y se dejan ver. Tras una hora y poco de recorrido y pagar los dolorosos 70 soles (19€) de entrada (los locales pagan 5 soles; me parece una diferencia demasiado radical), llegamos al Mirador Cruz del Cóndor, el lugar por excelencia desde donde disfrutar tanto de las vistas del Cañón del Colca como de los increíbles cóndores.
Alucinando con lo cerca que nos sobrevolaban los cóndores!
Ahí estuvimos alrededor de una hora y media y tuvimos muchísima suerte; pudimos ver más de 10 cóndores (machos, hembras y jóvenes) sobrevolándonos con sus más de 3 metros de envergadura y sus sombras dibujándose sobre las inmensas montañas del cañón.
Las vistas impresionan un montón, y la caída al vacío (o al río, más bien) hace que te sientas muy, pero que muy pequeño.
Esas bizarradas turísticas que tanta pena dan y a la vez tanto molan…
Además de verlos sobrevolarnos de lado a lado, uno de los cóndores posó durante casi 15 minutos en una roca para todos los turistas que allí nos encontrábamos. Parecía que estaba ahí sólo para que le viésemos… ¡Precioso y gigantesco animal!
Después de disfrutar del mirador, pusimos rumbo de nuevo a Chivay parando en varios miradores de la zona del Valle del Colca (Choquetico y Antahuilque) y en el pueblo de Maca. Comimos (otra vez en nuestro restaurante favorito del pueblo) y nos subimos por decimotercera vez al autobús para las interminables tres horas y media hasta Arequipa, donde (como no habíamos tenido ya mil horas de autobús) cogeríamos otro bus nocturno hasta Cuzco, de nada más y nada menos que 12 horas de viaje… ¡agotador!
Turistas pagando por la típica foto con la llama bebé atada, ¡muy poco ético!
Iglesia del pueblo de Maca
Pero todas esas horas merecieron la pena; después de los 4 días en Arequipa y ese bus nocturno de 12 horas hasta Cuzco, cogimos un vuelo hasta Puerto Maldonado (el amazonas peruano), donde pasaríamos 3 días en la selva amazónica antes de volver a la civilización y recorrer Cuzco y sus alrededores!